Adiós al Telefonillo.
- Vicente Ribes
- 5 nov 2019
- 3 Min. de lectura

De vez en cuando aparece un producto revolucionario que lo cambia TODO.
Como los teléfonos fijos. En su día revolucionaron la comunicación. Pero, ¿qué está pasando con ellos ahora?
Que ya casi nadie los usa. ¿Por qué? Pues porque tenemos smartphones, que es un dispositivo que nos permite hacer lo mismo pero desde cualquier lugar, estando más conectados con el mundo y con la gente que de verdad nos importa.
O por ejemplo las cabinas telefónicas. Pero sabéis qué está pasando con ellas también, ¿verdad? Que ya nadie las usa, porque tenemos smartphones.
O con los telefonillos. Se inventaron hace más de 50 años. Por aquel entonces, los vecinos y los visitantes solo podían comunicarse a gritos, por lo que fue un gran avance para la Sociedad a pesar de lo costoso que era instalarlo.
Para que os hagáis una idea, instalar un sistema así en un edificio de 50 viviendas venía a costar unos 10.000€.
¿Y sabéis qué está pasando con ellos ahora?
Que siguen siendo prácticamente igual. Sigue siendo necesario cablear todo el edificio, sigue siendo necesario acceder a todas las viviendas y poner un telefonillo en cada una de ellas, y siguen teniendo el mismo precio.
En Abrebox pasamos de reparar e instalar telefonillos tradicionales durante más de 5 años, a tomar la decisión de reinventarlos, ya que consideramos que con ellos va a pasar lo mismo que está pasando con los teléfonos fijos y con las cabinas teléfonicas. Y es que cada vez compramos más online, cada vez estamos menos en casa y cada vez somos más los que llevamos un smartphone siempre encima.
Os presentamos Abrebox, nuestra revolución.

¿En qué consiste Abrebox?
1. Colocamos un dispositivo táctil en la entrada de cada edificio, conectándolo a una toma de corriente y a la cerradura de la puerta.
Sí, utilizamos una pantalla táctil en lugar de los típicos pulsadores de plástico que tiene el resto, y así cualquier nueva funcionalidad que queramos añadir al sistema, la añadimos.
2. Eliminamos todo el cableado que va hacia las viviendas.
3. Eliminamos todos los telefonillos de las paredes, instalándolos directamente en los smartphones y en las tablets de los vecinos.
Y con esto, vamos a permitir…
1. Que cualquier vecino, esté donde esté, pueda saber quién está llamando a su casa.
2. Que puedan aprovechar el tiempo, y que no estén horas y horas esperando en casa para abrir al mensajero.
3. Que una persona con dificultad para moverse no tenga que recorrerse todo el pasillo de su casa, para que luego encima sea publicidad.
4. O que una persona con discapacidad auditiva no tenga que ponerse mil bombillas en casa para que se iluminen cuando alguien le llame.
Siguiendo con el ejemplo del edificio de 50 viviendas, vamos hacer una comparación de un sistema tradicional VS sistema Abrebox:
1. Pasamos de necesitar 50 horas para instalarlo VS tan solo 2.
2. Pasamos de tener un telefonillo por vivienda VS un telefonillo por persona.
3. Pasamos de darle uso desde casa VS darle uso desde cualquier lugar.
4. Pasamos de ver la imagen VS ver la imagen, registrar todas las llamadas y aperturas que se producen en el edificio y simular presencia en el hogar cuando no estamos en él.
5. Pasamos de tener que acudir al domicilio a reparar VS poder solucionarlas online y al instante.
6. Y pasamos de gastarnos 10.000€ en su instalación VS no llega a 2.000€.
Y tú, ¿te unes a nuestra revolución?
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